Estaba Chateando con Maru, una amiga, y me contaba que cuando volvía del kiosco encontró a un nene, de 13 años, tirado en el piso porque le quisieron afanar la bicicleta… ella se quedo hablado un rato con él y luego lo acompañaron a la casa. El nene esta bien, y no paso a mayores el susto.
Mientras ella me contaba todo el suceso, me quedé pensando en lo jodido que está la calle hoy en día…
Recuerdo que cuando yo era chica, no había problemas con que salgamos a jugar a la calle, los papas no se preocupaban porque era casi imposible que nos enfrentemos con la violencia en esa temprana edad… había más inocencia…
Mi primer gran susto de pequeña fue a eso de los doce, ya toda una adolescente de metro sesenta y cinco de estatura, pero la mente de una criatura de esa edad… resulta que mi hermano menor, que tendría unos ocho en ese entonces, se fue a la casa de unos amiguitos a unas dos cuadras… pasó toda la tarde y a eso de las 21 h. mi mamá me mando a buscarlo para cenar. Fui hasta la casa donde dijo que iba a estar, toque el timbre y apareció una mujer, la madre del amiguito. Le pregunte por mi hermano y ella me dijo que no lo había visto en todo el día y que su hijo no había salido porque estaba castigado… corrí hasta casa, preocupada y confundida, y le conté la situación a mis papas. Tendrían que haber visto la cara de esas pobres almas cuando les comunique que mi hermano había desaparecido… Mamá empezó a hacer llamadas a todos los amigos de mi hermano y mi papá salio a dar vueltas por el barrio… Me acuerdo que yo pensaba que me lo habían secuestrado!!!. Mis papas iban y venían con la preocupación a full, tratando igual, de no asustarnos a mí y a mi hermana, pero igual sufríamos la desaparición de nuestro hermanito menor. No habrán pasado mas de media hora que veo llegar a mi hermanito todo tranquilo por la esquina, entonces de un grito llame a papá que vino corriendo como loco, cazo a mi hermanito de los brazos, le dio un bife y se puso a llorar pidiéndole por favor que nunca mas lo preocupe así… Mi hermano no entendía nada, pero al verlo a papá llorar (tremendo mono de metro ochenta y largos llorando… da una sensación particular) se puso a llorar también. Ése fue mi primer susto de la infancia. Pasaron muchos años cuando tuve mi segundo susto… pero ya mas de adulta…
Esta ciudad era otra cosa, era un lugar donde uno pensaba mudarse y tener hijos, pero hoy en día ya no se esta seguro en ningún lado.
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