Me encantan las libélulas, me dan una sensación mágica, como haditas volando… y se ven tan románticas formando un corazón mientras copulan… pero es solo la fachada de una historia violenta. No hay nada de amoroso en ese encuentro, solo predomina la supervivencia a cualquier costo.
La verdad que se me cayó un ídolo cuando leí este articulo, pero bueno, la naturaleza es sabia… y la violencia esta en todos lados… hasta en tan lindos y mágicos bichitos!
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